Para vivir... Para morir
- Hermano negro, "La Tierra no nos pertenece, nosotros pertenecemos a La Tierra"- le escuché decir sabia y amorosamente al jefe de una tribu de América del Norte a propósito de un acto de perdón y reconciliación por el exterminio que realizaron sobre su pueblo, al que hemos venido a conocer como indio, los mismos que te llevaron como esclavo a esas mismas tierras. ¿Qué razones habrá ocultas que expliquen el atenazamiento feroz al que ha sido sometido tu continente por parte de los altos estamentos de poder? ¿Qué secretos y riquezas no contendrán tus tierras para dar lugar a semejante atrocidad? ¿Qué será tan terrible que te motive a encaramarte a una valla recubierta de afiladas cuchillas con la esperanza de “pasar al otro lado”? A tu tierra, a tu piel, a tu sangre, a tu tambor ancestral. A esa conexión con el espíritu que te sustenta, alimenta y testimonia. A ti te escribí esta canción.
Madrid, julio 2023
Para vivir... Para morir
Hermano negro,
pariéndote en busca de la vida
soñando la tierra prometida
donde no habrá quien te dé comida.
Hermano negro,
cientos de metros de agua salina
debajo del azar de la vida
amenazando en fosa marina.
Hermano negro,
sentado sobre las concertinas,
esperando la luz vespertina,
encomendado a la luz divina.
Para aguantar encaramado hasta que el sol
o las cuchillas te desangren y te tengan que curar.
Baja y verás, te deportarán.
Pulso vital existencial.
Hermano negro,
la esclavitud ha vuelto a nuestros días
de mano de mafias clandestinas
y de gobiernos que las apadrinan.
Hermano negro,
Melilla y Ceuta son pura vida
clamando de euforia colectiva,
gritando ¡¡boza!! victoria viva.
¿Qué atrocidad mueve a una madre a aventurarse
en un cayuco amamantando a su matriz?
¡Para vivir, para morir!
¡Para vivir, para morir!
Hermano humano,
yo sé muy bien que un día te espero
cuando la guerra sea tu mortero
o el mar inunde tu semillero
compartiremos mi invernadero
porque es de todos el mundo entero.
Hermano rico,
serás feliz solo cuando haya
felicida’ ambos laos’ de la valla
y dignidad a orillas de la playa.
Hermano rico,
cuando dejes de sembrar batallas
y no haya que huir de tu metralla,
recogerás amor donde vayas.
¡Pararará, pararará!
¡Para vivir, para morir!
Madrid (2018)








