Hasta las moscas acompañan
Todavía me conmueve escuchar esta canción. Este periodo de mi vida fue tan árido y descarnado que realmente llegué a identificar a esa mosca como la misma que venía sobrevolando la solitaria penumbra de mi habitación desde días anteriores. Llevo mucho tiempo planteándome volverla a incluir en mi repertorio y, definitivamente, espero hacerlo pronto.
Madrid, agosto 2025
Hasta las moscas acompañan
La luz de mi cuarto se ha vuelto a apagar,
las horas de encanto, lágrimas de un mar
de olas de espanto que vienen y van
llevándose cuanto les dejo llevar.
La luz de mi cuarto se viene y se va,
escena del cuadro de mi realidad,
la luz está en mí, la gracia me va,
la escena me muestra otra realidad.
La mosca que ocurre ante mi estupor
descarga flotando por tanta quietud,
al día siguiente vuelve a aparecer,
me humano en mi fuente pues no la cacé.
Y reina en mi cuarto más sola que yo,
despetrificando los rayos del sol
que quietos, custodios, penetran en pos
de hacer de mi estancia un viejo reloj.
Me hace referencia a lo solo que voy
contando las horas, llenando el reloj
de cosas activas, reservas de ayer
que en poco me alivian de un rastro no ver.
Me hace compañía, vivir para ver.
Pregunto a mi guía si hay algo que hacer,
si hay en el mundo un loco, más loco que yo
que en moscas encuentre una consolación.
Londres (1997)








