A la altura del cantar
¿A dónde conduce la búsqueda de nuestro amor...? Acaso a entender que somos nosotros mismos los únicos protagonistas de un amor capaz de ser dirigido a tantos y tantos otros seres como etapas y situaciones pueden
darse a lo largo de toda una vida. Entiendo que el verdadero amor sólo puede concebirse desde uno mismo a partir del descubrimiento de nuestra propia capacidad y esencia vital como seres infinitos e ilimitados que somos. De nuestro propio trabajo personal para estar en condiciones de relacionarnos desde la no dependencia hacia nuestra pareja dependería el devenir de cada relación. En eso estamos.
Madrid, julio 2023
A la altura del cantar
No quiero por más tiempo tirarme de los pelos
perdida la esperanza de hallar el amor
y decido que al viento encomiendo mi anhelo
de encontrar otras almas del mismo color.
Practicar la consciencia de experimentar
todo cuanto revela una vida enamorada
y entregarme a aprender que la felicidad
nace de la conquista de nuestra libertad.
He tenido en acierto detectar el camelo
de vivir “almiatado” por la tradición
y me alegro de estarme librando del miedo
de mostrarle mi alma a otro corazón.
Ha llegado la hora de la verdad,
un abismo se abre como un vuelo de ave,
aprenderé a la danza de la libertad
que produce arriesgarse ingrávido a arrojarse
al vacío y flotar subiendo hasta alcanzar
la absoluta claridad para caminar
a la altura del cantar
que me ofrece el ejemplo de otro alma juglar
y formar una orquesta de luminosidad.
Me encomiendo a encontrar mis amores gemelos
en consciencia absoluta de ser el amor.
Para hacer de la vida mi séptimo cielo,
necesito mi musa como buen trovador.
Concibiéndome desde la felicidad
será entonces que pueda ofrecerme a la amada
porque ya habré aprendido a no necesitar,
y llegado a ese punto solo queda qué dar.
Cuando seamos uno allende los cielos,
lucharemos del mundo por la evolución,
porque ya no concibo un amor verdadero
si no comprometido con un mundo mejor.
Ha llegado la hora de la verdad,
un abismo se abre como un vuelo de ave,
aprenderé la danza de la libertad
que produce arriesgarse ingrávido a arrojarse
al vacío y flotar subiendo hasta alcanzar
la absoluta claridad para caminar
a la altura del cantar
que me ofrece el ejemplo de otro alma juglar
y formar una orquesta de luminosidad,
desterrar melodramas de la forma de amar,
como almas, ilimitados, amando en libertad.
Madrid (2019)








